Cuando hablamos de "flexibilidad" podemos decir de forma muy breve que estamos hablando de la capacidad de las articulaciones de moverse libremente en un cierto rango de movimiento. Existen distintos grados de flexibilidad, y dependen de diferentes condiciones como la contextura física, edad, deporte que se practique y demás. Cada persona nace con un cierto grado de flexibilidad, es decir, un cierto rango de movimiento en el que puede moverse de forma cómoda el cual tiende a disminuir con la edad si no es estimulado.
A este grado de flexibilidad nato se lo conoce como "flexibilidad natural".Puede mantenerse si es correctamente estimulado o incluso mejorarse lo que ayudará a que la persona tenga una mejor calidad
Ese grado de flexibilidad que se adquiere a través del entrenamiento y que supera a nuestro grado inicial o "natural" lo llamamos "flexibilidad adquirida". Es decir, es la flexibilidad adquirida a través de la práctica deportiva o de alguna actividad similar como por ejemplo: yoga y stretching.

Muchas veces ocurre que personas que han nacido con un muy buen grado de flexibilidad natural no desean entrenarlo o no son constantes en su entrenamiento por lo cual nunca logran optimizar esta habilidad.
Por otro lado muchas personas que no han nacido con un buen grado de flexibilidad logran, a través de mucho esfuerzo y entrenamiento, muy buenos resultados y muchas mejoras.
Esta diferenciación de conceptos nos ayuda a tener una mejor perspectiva del tema y a no desalentarnos, sabiendo que la clave del éxito es el entrenamiento y la constancia y no solamente las condiciones naturales con la que nacemos. Así que... ¡A entrenar!
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